10 de diciembre de 2016, Kotah, India
El trabajo de los Salesianos de Don Bosco
Jakob & Ernest:
Durante nuestro viaje, hemos podido visitar muchos proyectos de “Don Bosco”. Especialmente en India. Los Salesianos están trabajando en muchas regiones del país y tienen en marcha, todo tipo de proyecto, con el objetivo – a través de la formación escolar y profesional – de dar mejores expectativas de futuro a niños pobres y de la calle.
Participando en uno de estos proyectos, tuvimos la posibilidad de visitar la escuela de “Don Bosco”, y también el Schelter, que es un centro donde viven 80 niños. Estos niños son recogidos en la calle, estaciones de trenes o Slums (suburbios), y posteriormente son trasladados al Schelter, donde se les proporciona un sitio para dormir, comer, clases extras, en las que se les ayuda con los deberes de la escuela. También se les ayuda cuando tienen problemas personales.
Normalmente uno o dos Fathers+Brothers (estudiantes + sacerdotes), y voluntarios, se cuidan de los niños y sus necesidades. Todos los niños que habitan en el Schelter reciben la educación escolar a la Escuela de “Don Bosco”, situada a 5km de distancia.
Ahora nos gustaría explicaros un caso de éxito que conocimos personalmente durante nuestra estancia. El sitio y los nombres los hemos cambiado para proteger la identidad real de los protagonistas de esta vivencia.
Ashok tiene 18 años y vive en el Schelter desde hace 8. Cuando tenía 9 años estuvo vendiendo alcohol ilegal en la estación de tren, donde vivía. Sus amigos le dijeron que la venta de alcohol era fácil y que rápidamente tendría grandes beneficios. Él hizo este trabajo durante largo tiempo, hasta que decidió dejarlo, porque el trabajo le causaba problemas. Poco después empezó a vender Palomitas (crispetas) y agua, dentro de los trenes. Durante ese tiempo también hacía encargos para un bar, y así poder tener a final de mes, algún ingreso más. En esa época, fumaba y consumía alcohol. Ashok nos comentaba que tenía amigos que no le hacían un bien y por eso decidió separarse de ellos.
Durante aquel tiempo, Father L (a cargo del Schelter) solía frecuentar la estación de tren para convencer a los niños de que dejaran aquella vida y fueran al Schelter. Ashok aceptó, pero después de un tiempo en el Centro, quiso marchar. Él nos explicaba que en el Schelter se siguen unas normas estrictas y una estructuray un comportamiento determinado, como también hay que estudiar, etc. Después, Father L, le propuso de ir a otro Centro llamado Schelter Abierto. En este caso, los niños están en el Centro tres meses y no tienen que seguir normas tan estrictas, pueden jugar o ver la televisión cuando ellos quieren. De esta manera, la diferencia entre la vida en la calle y en el Centro, no es tan acentuada, y los niños se pueden adaptar más fácilmente al futuro Schelter. Al cabo de tres meses, Ashok volvió de manera definitiva, al Schelter normal. Ahora ya han pasado 8 años y él nos explica que, en este Centro, los niños reciben todo lo que necesitan. “Los Salesianos nos dan ese amor que normalmente los niños reciben de su madre. Los Fhaters y Brothers están aquí cuando tenemos problemas, se levanta durante la noche cuando un niño no se encuentra bien. Ellos nos cuidan mucho”. Algunas familias obligan a sus hijos a estudiar lo que los padres deciden. Los Salesianos, al contrario, escuchan con atención lo que los chicos quieren ser en el futuro y los apoyan en su decisión.
“Ahora – dice Ashok – tengo 18 años, pronto tendré que dejar este Centro, y no quiero hacerlo… esta es la casa del amor”. Él nos explica que llega un momento donde los chicos tienen que independizarse y valerse por ellos mismos. Ashok, domina perfectamente el inglés, aprendido en la escuela de Don Bosco. Ahora estudia comercio, y está en el primer año. Cuando acabe, quiere estudiar para ser oficial de policía, pero antes tiene que aprobar un difícil examen de acceso. Si no sale esta oportunidad, le gustaría estudiar Trabajo Social Internacional. En este caso, podría ayudar a niños con la misma situación que él tuvo a los 9 años. Nos cuenta también, que le gustaría hacer contactos con otros países para que le den apoyo a la hora de pagarse los estudios. Se plantea marchar a Alemania para estudiar y trabajar.
Hace dos años, supo que sus padres están vivos y que tenía un hermano pequeño. Este hermano de 10 años, se lo incorporó inmediatamente al Schelter de Don Bosco.
{Traducción del alemán al catalán: Ernest}
{Traducción del catalán: Carolina}
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